“El arte y la creación de la mente” de Elliot W. Eisner , es un libro que revaloriza la presencia y la importancia de la enseñanza del arte en la educación, como vehículo de expresión, y como fuente de aprendizaje.
El autor realiza un recorrido desde la importancia de las artes en la infancia hasta el desarrollo de los espacios curriculares artísticos y los procesos de evaluación e investigación.
Sin dudas hay en este libro innumerables párrafos para citar como referencia, pero particularmente me quedo con una conclusión acerca de los abordajes de la enseñaza del arte:
“Las artes ofrecen un amplio abanico de formas –las llamamos artes plásticas, música, danza o teatro- para crear, modificar, compartir y descubrir significados. Estas formas nos permiten construir significados no redundantes; cada forma de representación que empleamos otorga sus propias características a los significados que creamos o interpretamos. Los programas educativos dirigidos a ampliar los significados que podemos obtener a lo largo de nuestra vida deben ayudar a los alumnos a aprender a “leer” las artes de una manera significativa además de hacer que aprendan las formas literales y numéricas de la creación de significados, formas que hoy acaparan los objetivos, los contenidos y el tiempo de los programas escolares”.